
Desde Ilitía Psicología, psicólogos en Villaverde, Madrid, hemos querido abordar este sentimiento que resulta tan importante de tratar cuando surge en nuestras consultas.
La soledad es un término que todos parecemos conocer o comprender. Muchas veces, al hablar de soledad se hace referencia a esos momentos en los que no hay nadie con nosotros, esos momentos en los que estamos “físicamente” solos. Sin embargo, la soledad no solo implica eso, sino que es un sentimiento que nos puede aparecer tanto cuando estamos solos como cuando estamos acompañados.
Los sentimientos de soledad se caracterizan por un sentimiento de vacío, son momentos en los que, pese a que podamos estar rodeados de gente, nos sentimos incomprendidos y angustiados. Puede generar emociones bastante negativas que nos llevarán a realizar cada vez menos actividades, y pueden provocar, a largo plazo, otros problemas, tanto emocionales como físicos.
Asimismo, la soledad en muchas ocasiones se ve acompañada de pensamientos negativos, como “no le intereso a nadie”, “soy aburrido” o “siento que no me comprenden”. Éstos, influirán en la manera en la que percibimos al resto de personas y en cómo nos relacionamos con el resto.
La soledad puede aparecer en varios momentos de nuestra vida, pudiendo ser ocasional (en aquellos momentos en los que las circunstancias hacen que tengamos un malestar psicológico temporal y nos sintamos solos), o crónica (siendo en este caso, más estable). La soledad puede aparecer como respuesta a momentos complicados de nuestra vida, momentos en los que hay varios cambios. Por ejemplo, en el caso de las personas mayores, podríamos observar cambios en muchas áreas, como puede ser el área laboral (la jubilación), la pérdida de seres queridos o los problemas de salud. Estos factores pueden generar una reducción en nuestras relaciones sociales y, por tanto, un aumento de ese sentimiento de soledad.
Otro ejemplo muy reciente puede ser la pandemia que hemos vivido. Durante el confinamiento, mucha gente tuvo dificultades para mantener el contacto con otras personas, ya sea por carencia de medios electrónico o por el estrés generado por la situación en sí.
Teniendo en cuenta que la soledad puede generar consecuencias negativas en la salud física y emocional de las personas, se deben buscar recursos para poder abordar de mejor manera esta situación como, por ejemplo, las asociaciones que trabajan para reducir la soledad en personas mayores.
Desde la psicología, y desde el equipo de psicólogos de nuestro centro, la soledad se trabaja abordando las siguientes áreas:
- Mejora de habilidades sociales.
- Fortalecer la red de apoyo social.
- Buscando soluciones para aquellas situaciones que podemos controlar y nos estén generando estos sentimientos.
- Aceptando los cambios de nuestra vida que pueden estar derivando en los sentimientos de soledad.
- Tratamiento de las distorsiones cognitivas, es decir, de los pensamientos negativos acerca de nosotros mismos o en relación a como creemos que nos perciben los demás.